Dentro del derecho penal, el psicólogo jurídico asesora y auxilia a Jueces y Tribunales a través de la evaluación y diagnóstico de las personas inmersas en procesos judiciales correspondientes a la jurisdicción penal. La función y criterio del psicólogo jurídico forense es clave para determinar circunstancias relacionadas con su estado mental y que puedan modificar la responsabilidad criminal, las secuelas psíquicas, daño moral, etc.
En este caso, el psicólogo forense actúa como asesor, elaborando informes sobre los acusados, que indican las características de la personalidad, sus motivaciones con relación a la víctima, y si las hay, sus relaciones interpersonales atípicas o las psicopatologías previas al delito o actuales.
A nivel práctico, lo que es sumamente importante es que los dictámenes periciales, a diferencia de las evaluaciones clínicas, se caracterizan por la enorme influencia que tienen en el juicio, siendo una prueba más que el Tribunal y el Juez tendrán en cuenta a la hora de dictar una sentencia. De este modo, la valoración de una atenuante o una eximente en un caso concreto vendrá determinada por las consideraciones forenses incluidas en el informe pericial.
Es fundamental el asesoramiento de los Psicólogos Forenses, pues son una herramienta muy importante para el buen desarrollo de los distintos procedimientos judiciales. Son la base para concretar los estados de sus representados y con ello defender sus derechos con la prueba pericial psicológica.
Valoración de la Capacidad testifical. Evaluar el estado mental y especialmente la capacidad cognitiva de un testigo para almacenar y recuperar información relevante para el pleito. Igualmente se descartará la pérdida de contacto con la realidad, depresión grave o tendencia a la manipulación.
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