Ansiedad

¿Sientes nerviosismo en situaciones aparentemente normales? ¿presión en el pecho? ¿preocupaciones que a veces sientes que son exageradas? ¿anticipas con frecuencia que algo malo va a ocurrir, que habrá problemas que no sepas-puedas solucionar? 

Puede que hasta alguna vez hayas sentido que “te ibas a volver loco” porque no podías respirar y el cuerpo no respondía con normalidad: seguramente estabas teniendo un “ataque de ansiedad”. 

Toda esta sintomatología forma parte de la ansiedad.

La Ansiedad

La mayoría de los estudios sitúan la prevalencia de las patologías mentales entre el 10% y el 20% de la población general. La prevalencia estimada en España es del 17,6%, más alta en mujeres (20,8%) que en varones (14,2%). Los trastornos más frecuentes suelen ser los de ansiedad seguidos por los depresivos.

 

Las mujeres tienen más riesgo que los hombres de padecer un trastorno de ansiedad. La edad de inicio de los trastornos de ansiedad es menor que la de los trastornos depresivos. Esto parece indicar que muchas personas que durante la niñez, adolescencia o primeros años de la vida adulta presentan trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar un trastorno depresivo posterior. Por lo tanto, un abordaje psicológico de los trastornos de ansiedad puede prevenir la aparición de posteriores trastornos depresivos.

 

La ansiedad se define como una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento desagradable y/o de síntomas somáticos de tensión.

Causas y Síntomas de la Ansiedad

La ansiedad es una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. De tal manera que cierto grado de ansiedad es deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día. Pero cuando supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al psicológico y conductual.

Síntomas Físicos de la Ansiedad:

  • Vegetativos: sudoración, sequedad de boca, mareo, inestabilidad.
  • Neuromusculares: temblor, tensión muscular, cefaleas, parestesias.
  • Cardiovasculares: palpitaciones, taquicardias, dolor precordial.
  • Respiratorios: disnea
  • Digestivos: náuseas, vómitos, dispepsia, diarrea, estreñimiento, aerofagia, meteorismo.
  • Genitourinarios: micción frecuente, problemas de la esfera sexual Conductas de evitación de determinadas situaciones.

Síntomas Psicológicos y Conductuales de la Ansiedad:

  • Preocupación, aprensión.
  • Sensación de agobio.
  • Miedo a perder el control, a volverse loco o sensación de muerte inminente.
  • Dificultad de concentración, quejas de pérdida de memoria.
  • Irritabilidad, inquietud, desasosiego.
  • Conductas de evitación de determinadas situaciones.
  • Inhibición o bloqueo psicomotor.
  • Obsesiones o compulsiones.

¿Cómo Combatir la Ansiedad?

La ansiedad es parte de la vida y constituye una respuesta habitual a situaciones cotidianas del individuo. Ante una señal de peligro, se produce una reacción que nos ayuda a enfrentarnos y responder. Por ese motivo, cierto grado de ansiedad es deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día (preparar un examen, ir a una entrevista de trabajo, por ejemplo).

 

La ansiedad es una emoción, que se acompaña de reacciones corporales tales como la tensión muscular, la sudoración, el temblor, la respiración agitada, el dolor de cabeza, de pecho o de espalda, las palpitaciones, los “nudos en el estómago” y otras muchas más.

 

Cuando se sobrepasa una intensidad que la hace intolerable, la ansiedad puede afectar a la vida cotidiana y puede convertirse en un problema.

 

El tratamiento de los trastornos de ansiedad tiene los siguientes objetivos: aliviar los síntomas, evitar las secuelas y ante todo buscar la causa que provoca la sintomatología de la ansiedad. Durante el tratamiento psicológico se pretende intervenir sobre la raíz del problema y afrontarla para que el paciente resuelva y la ansiedad desaparezca. En TWC planteamos por tanto un enfoque terapéutico integral.

 

La psicoterapia tiene como objeto producir cambios para mejorar la salud del paciente, con el propósito de hacer desaparecer, modificar los síntomas existentes, atenuar o cambiar modos de comportamiento y promover el crecimiento y desarrollo de la personalidad.

 

Nuestros pacientes llegan a la consulta con la pregunta de cómo combatir la ansiedad. Anet esta cuestión en TWC planteamos el tratamiento a partir de una intervención psicológica integral. El objetivo es promover la comprensión e integración de los aspectos en conflicto, encontrando nuevas maneras de integrar éstos para funcionar y desarrollarse con más libertad y eficiencia. Incluimos aspectos psicodinámicos junto con técnicas cognitivas y conductuales.

 

El abordaje terapéutico es individual y tiene que ver con la situación particular de cada paciente. Esta intervención incluye una evaluación exhaustiva, un tratamiento y un posterior seguimiento. Durante la intervención propiamente dicha utilizamos técnicas diferentes según la dificultad, que destacan por su eficiencia en el tratamiento de la ansiedad: EMDR; mindfulness, relajación y respiración, entrenamiento autógeno, reestructuración cognitiva, detención del pensamiento, resolución de problemas.

¿Cómo Controlar la Ansiedad?

Las causas de los trastornos de ansiedad pueden originarse por la combinación de varios factores: genéticos (hereditarios y familiares), neurobiológicos (áreas del cerebro y sustancias orgánicas), psicológicos, sociales y culturales. En el proceso de la aparición de la ansiedad tienen importancia tanto los factores de predisposición individual (personalidad) como los derivados del entorno.

 

Hay pacientes que llegan a la consulta del terapeuta con la demanda de curar la ansiedad. Hemos de entender que la ansiedad es el síntoma de una dificultad personal interna y es sobre ese problema sobre lo que principalmente se va a trabajar en la terapia psicológica. A la vez el paciente aprenderá a gestionar esta sintomatología ansiógena que además irá disminuyendo a medida que avancemos en el conflicto principal.

 

Fundamentalmente para controlar la ansiedad hay que hacer un trabajo terapéutico, que incluya una adecuada evaluación de la situación. El tratamiento proporcionará pautas al paciente para que maneje la sintomatología ansiógena, de tal manera que pueda poner en práctica ejercicios concretos de manejo de la ansiedad: respiración, relajación, planificación de las tareas cotidianas, priorización de necesidades, planificación de actividades placenteras, gestión emocional y de pensamientos, control de la alimentación y el sueño.

 

Ante un ataque de ansiedad o una crisis de pánico podemos actuar de diferentes maneras, pero fundamentalmente hay una serie de recomendaciones que enumeramos a continuación:

 

  • 1. Recordar que no está ante un peligro tan grave como pueda llegar a creer. Afirmar que la realidad no es la que los pensamientos intrusivos nos pueden hacer creer. No existe un peligro real como imaginamos.
  • 2. No permitir que el pánico aumente con otros pensamientos atemorizadores. Interrumpir lo que se está pensando y observará que así el miedo comienza a desaparecer por sí mismo.
  • 3. Concentrarse en el aquí y el ahora. Observar dónde se encuentra y qué está pasando a su alrededor para tener referencias claras y reales.
  • 4. Respirar profundamente para conseguir que a través de la respiración pueda ir regulando su estado físico y emocional.

 

Aprender a manejar estas situaciones es parte del trabajo terapéutico que se lleva a cabo en consulta. Estas situaciones se darán en menor medida y cuando aparezcan el paciente sabrá cómo afrontarlas.

¿Cómo Controlar la Ansiedad por comer?

La ansiedad por comer es un tipo de problema psicológico que nos encontramos en la consulta psicológica con mucha asiduidad. 

 

La intervención psicológica buscará la causa principal que haya favorecido el desarrollo de la ansiedad por la comida e intervendrá sobre ésta. No sólo trabajaremos con el control de la ansiedad si no que buscaremos e incidiremos en el problema que la generó.

 

En las sociedades occidentales existe una amplia oferta de alimentos de bajo coste económicos y de fácil disponibilidad. Además, asistimos a una tendencia generalizada a aumentar el tamaño de las raciones estimulada por promociones publicitarias de restaurantes de comida rápida, como «súper tamaño» o promociones de supermercado de 2×1 que inducen al consumo de alimentos en exceso.

 

En general por tanto se come más de lo necesario, tenemos la comida a mano y frente al aburrimiento, los problemas o las preocupaciones podemos utilizar la comida como un “calmante” de eso que nos genera ansiedad. Los seres humanos comemos aunque no tengamos hambre, por costumbre, por placer, de forma automática sin saber muy bien por qué e incluso como explicamos por gratificación emocional en estados de ansiedad, estrés, aburrimiento, frustración o depresión. A todo esto, hay que añadir la innegable influencia de la publicidad que emite mensajes en los que se relaciona la comida con la felicidad, aunque paradójicamente la sociedad discrimine al obeso y sobrevalore la delgadez, lo cual contribuye al aislamiento de éstos y a cerrar el círculo que los induce a comer por motivación emocional.

Esta web está escrita en masculino o femenino genérico para facilitar la lectura de los textos de la misma, pero está destinada a cualquier persona que quiera entrar en ella, independientemente de su identidad y expresión de género).