Duelo

¿Mucho tiempo triste desde que murió tu pareja? ¿Enfadada con el mundo desde que perdiste el trabajo? Los duelos siempre se relacionan con pérdidas, no solo en relación a fallecimientos de personas queridas, también “se pasan” duelos cuando finalizamos una relación de pareja, por ejemplo, nos echan de un trabajo, cambiamos de casa. Es un proceso natural que supone una despedida y una readaptación a la vida tras la pérdida, pero en ocasiones ese duelo se complica y nos sentimos desajustados durante más tiempo del que sentimos es el normal.

¿Qué es el Duelo?

Vivir implica pasar por una sucesión de duelos; a lo largo de la vida tendremos diferentes pérdidas con diferentes grados de implicación emocional. La evolución da tiempo al individuo a la elaboración de las pérdidas y al restablecimiento de los momentos transitorios de trastorno de la identidad. En los casos patológicos, si fracasa la elaboración del duelo, se pueden producir graves perturbaciones de nuestra identidad o formaciones patológicas en la misma que han de ser tratadas psicológicamente para poder superarlas.

Síntomas del Duelo

¿Cuándo es necesario pedir ayuda psicológica?

  • Hiperactividad: Centrarse exclusivamente en el trabajo, por ejemplo puede ser una forma de encerrarse en sí mismo y de la que luego es muy complicado salir
  • Hipoactividad: Situaciones en las que se pasa mucho tiempo sin ganas de hacer nada, metidos en la cama o sin salir de casa, pueden derivar en una depresión mayor
  • Sobreidentifiación con el ser perdido, adoptando ciertos rasgos de su personalidad, de sus gestos, hábitos, actividades e incluso de sus enfermedades
  • Somatizaciones crónicas: las somatizaciones primeras pueden llegar a convertirse en un patrón continuo de dolores, jaquecas, desordenes físicos
  • Alteraciones relacionales como separaciones, problemas familiares o en el trabajo pueden aparecer derivadas de los primeros síntomas de desorganización personal
  • Dependencia a los medicamentos que en primera instancia se pautaron por prescripción médica para paliar el duelo natural
  • Agresión e intentos suicidas. Una persona puede estar en riesgo de suicidio cuando presenta estos signos: 
    • Insomnio crónico
    • Invalidez o enfermedad crónica
    • Alucinaciones
    • Pérdida de varios o los únicos seres queridos
    • Amenazas de suicidio
    • Antecedentes familiares o personales de intentos de suicidio
    • Sensación de no tener futuro
    • Aumento en el abuso de drogas o alcohol
    • No conformidad con la vida
    • Indiferencia ante las muestras de cariño

Tipos de Duelo

Todos los duelos, los distintos tipos de duelo vienen marcados por una serie de afirmaciones:

  • La tendencia hacia un duelo patológico se da en algunos casos que requieren por tanto tratamiento terapéutico.
  • Los duelos, deriven o no en patología, marcan hitos muy importantes en la historia biográfica por su carácter de pérdidas definitivas y porque inciden en el reinicio de la línea biográfica tras la pérdida.
  • Los efectos del duelo pueden ser muy prolongados, variables en el tiempo, reactivados por otras pérdidas, y por múltiples relaciones o circunstancias biográficas. Los ocurridos en una etapa pueden influir en otras posteriores, por ejemplo, de la infancia a la madurez.
  • Los duelos en la infancia pueden condicionar el posterior desarrollo biográfico y configurar aspectos de la personalidad.
  • El duelo marca la sucesión de las generaciones, algunos tienen efectos transgeneracionales.
  • El duelo está relacionado con cuadros clínicos muy diversos.
  • La comprensión de determinados síntomas, conductas y situaciones biográficas pueden estar relacionados con un duelo. Cada persona tiene una experiencia vital que marca el enfrentamiento y el abordaje del duelo.
  • El impacto del duelo en la biografía es siempre un proceso; lo importante no es solo el acontecimiento, si no la situación y la evolución. Por eso son decisivas las relaciones posteriores de duelo, el apoyo, las figuras sustitutivas, las pérdidas posteriores.

La ayuda psicológica favorece la superación del duelo, en ocasiones con un acompañamiento en otras ocasiones con tratamiento terapéutico si nos enfrentamos a un duelo patológico complejo.

Fases del Duelo

Los distintos estudios sobre el duelo hablan de diferentes etapas de este. Éstas son muy variables según las personas. Distintos autores hablan de las fases de:

 

  • rechazo y negación
  • confrontación
  • acomodación en la que declina el dolor y se va aprendiendo a vivir sin el fallecido.

Es importante tener en cuenta en terapia aspectos como los primeros momentos en los que se plantea la negación, la necesidad de aceptar la realidad de la pérdida, las alteraciones emocionales, el afrontamiento del medio en el que el fallecido está ausente y el continuar viviendo. Las secuencias temporales de este proceso son muy variables, además pueden reactivarse ante otros duelos, nuevas pérdidas, acontecimientos biográficos, incluso reacciones de aniversario.

 

La etapa del luto está condicionada por el contexto cultural, abarcando el primer año después del fallecimiento. En esta etapa hemos de tener en cuenta:

 

  • El duelo inmediato de los primeros momentos.
  • El cercano, en el que pasado el choque inicial el sujeto está inmerso en la situación de la pérdida.
  • Aquel periodo en el que la vida se ve notablemente afectada, pero camina hacia la resolución.

En el DSM-IV se reconoce el duelo como problema que puede ser objeto de atención clínica. En TWC como especialistas en duelo, entendemos que durante los dos primeros meses pueden presentarse síntomas depresivos característicos de un episodio depresivo mayor que pueden considerarse normales si no se prolongan más de este tiempo ni presentan peculiaridades que pueden hacer sospechar la presencia de un duelo patológico. Pasado este tiempo los rasgos de un duelo patológico indican la necesidad de tratamiento psicológico.

Tratamiento del Duelo

El tratamiento tiene como objetivos:

 

  • Aceptar la realidad de la pérdida del ser querido
  • Superar las emociones que son naturales en un duelo no patológico como el miedo a la nueva vida sin esa persona, la culpa por la ambivalencia de “no haber hecho- no haber dicho” antes de la pérdida, la tristeza por su falta y la rabia por tener que vivir esta situación.
  • Adaptarse a la nueva vida sin esa persona
  • Situar a la persona que se ha ido y comenzar una nueva etapa vital sin ella.

Para ello nos apoyaremos en un tratamiento integral que trabaje con técnicas como EMDR, Mindfulness, EFT y la relajación, que se han demostrado clínicamente eficaces.

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