¿Asaltos a la nevera a cualquier hora del día o de la noche? ¿Dejar de comer durante días? ¿Vomitar conscientemente tras las comidas? Los trastornos de la alimentación suelen ser la consecuencia de otras dificultades, y en ocasiones se instalan de una manera tan compleja que salir de ahí, requiere de ayuda de un-a especialista en este tema.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), son uno de los problemas más frecuentes en la actualidad, y que además se presenta en mayor medida entre las mujeres jóvenes y las adolescentes. Normalmente el cuerpo es el lugar donde estas personas ponen su valía ante la sociedad, por tanto, creen que si tienen un cuerpo delgado (tendencia estética actual) serán más queridos o admirados.
Sus características principales son:
Los trastornos de conducta alimentaria conllevan un deterioro físico y mental muy importante, por lo que sin un tratamiento adecuado las posibilidades de cronificación son altas al igual que las tasas de mortalidad.
La anorexia es un trastorno de la conducta alimentaria en el que la persona tiene un temor intenso a aumentar de peso, a engordar y le lleva a comportarse de tal modo que sufre una importante pérdida de peso. El individuo tiene una percepción alterada de su imagen y se ve con sobrepeso sin tenerlo. La aparición del problema surge poco a poco, no de manera repentina, por eso puede pasar desapercibida en los primeros momentos para la familia de la persona que tiene anorexia.
Posteriormente por consecuencia de la desnutrición pueden aparecer:
No hay una única causa que favorezca la aparición de la anorexia nerviosa, pero podemos valorar:
La bulimia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por episodios repetidos de ingesta excesiva de alimentos en un periodo corto de tiempo. La persona con bulimia nerviosa siente que tiene sobrepeso, cuando en realidad tienen un peso normal.
El peso suele ser normal, por lo que es difícil darse cuenta de que alguien de nuestro entorno tiene bulimia nerviosa.
En el trastorno por atracón se consumen con frecuencia inusual grandes cantidades de comida. La persona que sufre este problema siente una compulsión y expresa como no puede resistirse a los impulsos y seguir los atracones. Puede o no tener un peso normal.
NO se utilizan vómitos ni laxantes como en la bulimia nerviosa para controlar el peso.
Factores de riesgo:
El tratamiento de los trastornos de la conducta alimentaria, respetando las peculiaridades de cada uno de ellos, ha de ser un tratamiento interdisciplinar y coordinado con otros profesionales de la salud como los de TWC. Desde el trabajo psicoterapéutico se trabajará:
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