¿Estás pasando por un momento complicado y no sabes bien cómo te encuentras, qué podrías hacer para solucionar las cosas, o simplemente te está costando adaptarse a cambios o situaciones nuevas?
A menudo situaciones críticas como rupturas, cambios de trabajo, pérdidas personales o cambios hormonales nos generan estrés y dificultades para adaptarnos, es normal, muchas veces necesitamos un apoyo extra para poder colocar las cosas en su sitio y continuar.
El desarrollo humano se puede clasificar en diferentes etapas de la vida por las que pasa cada persona. Cada una de estas fases se caracteriza por tener en común una serie de cambios físicos y psicológicos que determinan nuestro desarrollo y la forma en las que nos comportamos.
Las etapas generales que atravesamos transitan desde el momento en el que somos concebidos hasta la vejez, y los cambios que a su vez caracterizan y se producen en cada una de estas etapas. El inicio, el desarrollo y el final de estas fases vitales varían para cada uno de nosotros.
Más que una sucesión lineal de acontecimientos, nuestra vida está hecha de discontinuidades, cambios repentinos que implican aceptación y duelo, pero también nuevos retos y oportunidades. La existencia humana, aunque siga un hilo de continuidad, es discontinua, con sucesivas etapas y momentos en que nos enfrentamos a nuevos retos. Desde el nacimiento hasta el final de la vida hay una sucesión de cambios constantes.
En este recorrido vital nos podemos encontrar con sucesos que nos pueden alterar física y emocionalmente, traumas que desajustan nuestro equilibrio mental y ponen en riesgo nuestro bienestar emocional.
Todos los acontecimientos de nuestra vida están influenciados por las experiencias del pasado, pero no exclusivamente puesto que los factores congénitos, fisiológicos, cognoscitivos, estructurales y experimentales también son únicos para cada uno de nosotros.
Por ese motivo, cualquier problema actual hay que relacionarlo con los factores precipitantes y la historia global de la persona y lo que ésta representa.
Cada tipo de crisis provoca su propio y singular patrón de respuesta, teniendo en cuenta las singularidades biopsicosociales del individuo.
Las situaciones críticas que pueden darse a lo largo de la vida, las agrupamos en tres grupos, entendiendo que son experiencias que amenazan o destruyen la seguridad emocional:
La función del terapeuta es intervenir sobre los conflictos que se producen en situaciones críticas en la vida y para ello ha de estar especializado y formado en:
Cada persona responde de una manera distinta a cada crisis vital, pero de manera individual tendemos a tener un patrón de respuesta concreto. Cualquiera que sea la crisis es importante que el paciente trate de entender el impacto que está sufriendo en términos de la situación especial de su vida. Cada crisis involucra comúnmente factores primordiales cuyo orden de importancia variará de persona a persona. En TWC contamos con profesionales con amplia experiencia en la intervención antes situaciones críticas y nos adaptamos a las respuestas individuales de cada paciente derivadas de su pasado incorporándolas conceptualmente.
Hay tres situaciones significativas que suelen darse con mucha frecuencia y que conllevan la posibilidad de solicitar ayuda terapéutica si nos están causando un importante malestar psicológico.
El divorcio se puede dividir en tres tipos:
El trabajo de nuestros terapeutas parte de identificar los sucesos que los llevan a la decisión de separarse o no y construir una alternativa en torno a la dificultad. Trabajando desde la individualidad y la relación de pareja. Centrándose en emociones como la ira y el miedo, que se producen al enfrentarse a una nueva situación de vida.
El empleo está en ocasiones estrechamente ligado con la propia imagen y con las relaciones sociales, además por supuesto de con los ingresos económicos y la estabilidad en esos aspectos. Por lo tanto, el significado del trabajo es triple; económico, psicológico y social. Poder enfrentarse a esta situación y apoyarse en las fortalezas para equilibrar el malestar emocional son tareas que se trabajan en terapia.
En situaciones como la muerte de un ser querido, una situación de enfermedad grave, un trauma físico importante, la comprensión individual de su situación particular, acrecentará en el paciente su mecanismo anticipatorio y su habilidad o capacidad para ajustarse al desarrollo de la situación crítica a la que se enfrenta.
Los profesionales de TWC tenemos como objetivo principal restaurar el equilibrio psicológico del paciente mediante la evaluación, el diagnóstico, la prevención y la intervención terapéutica.
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